El paradigma de los cuidados como forma de revolución

Una de las mejores alternativas para encontrar un cambio contigo misma es buscar un espacio propio donde poder escucharte. Donde poder observarte. Donde poder reconocerte. Desde que somos pequeñas, sobre todo las mujeres, nos vemos envueltas en un sesgo cultural. Un sesgo normativo en el que no nos dejan estar hacia adentro; siempre estamos hacia afuera. Te invito a que, desde la calma y desde el reencuentro contigo misma, me acompañes en esta reflexión.

La transformación desde el paradigma de los cuidados

Camino entre árboles, hace referencia al crecer, el seguir caminando.

La propuesta que te hago en la auto escucha, desde el paradigma de los cuidados, tiene que ver con este parar para reencontrarte contigo. Con este parar, para conectar con lo que realmente quieres y eres. Es un parar para decir BASTA a la situación que ya no aguantas. Es un dejar de estar para afuera para empezar a estar para adentro. El paradigma de los cuidados es una revolución, tanto interna como externa, tanto individual como social.

Nos hemos olvidado de vernos como personas. De tratarnos como personas. De respetarnos como personas. Y creo que ha llegado el momento de que paremos un instante para reflexionar desde dónde queremos estar, cómo queremos estar y por qué estamos de esta manera tan enfadada en el mundo.

Foto de Mitchell Luo

Vivimos constantemente inmersas en guerras, dolencias, enfermedades, malestares y en agresiones al medio ambiente, pero no nos paramos a identificar por qué surgen estas cosas. O, por qué ocurren estos hechos. O, por qué el ser humano se ha convertido totalmente en un depredador del mismo sistema que le mantiene vivo.

El paradigma de los cuidados quiere atender la pedagogía desde esa mirada en la que la persona, tú, te vuelves realmente tú. Desde una ética, unos valores, un respeto a los demás, y empezar un nuevo mundo en el que las personas podamos encontrarnos desde la paz. Yo sé que suena un poco utópico. Sé que es algo extraño y que, bueno, puedes pensar que vivo en un paraguas de arcoíris. Pero, no. Creo que todo el trabajo profesional y personal que he llevado hasta el momento, desde la intervención socioeducativa, el acompañamiento a personas, las formaciones en aula y las formaciones no formales, me ha llevado a detectar esta necesidad. Todas necesitamos estar en el mundo, pertenecer a él y sentirnos parte íntegra de él. Por lo tanto, una parte cuidada y una parte querida.

¡Bienvenidas a la revolución de los cuidados, dónde podemos cambiar absolutamente todo!

Se ve una mano con un palo santo encendido, en un salón en tonos claros, hace referencia a la esencia la llama.