Entrevista a “S”: el activismo laboral desde el autocuidado

¡Muy buenas, buenas! Hoy entrevistamos a “S”, una mujer activista y fiel a recalcar los derechos de la mujer en el ámbito laboral, que prefiere mantener el anonimato. Hoy, hablamos del activismo laboral desde el autocuidado.

Para empezar, me gustaría, y mucho, que nos cuentes quién eres

Pues, muy buena pregunta… ¿Quién soy? Llevo pensando tiempo y todavía no lo he averiguado. Lo que sí es cierto es que estoy en proceso de averiguar quién soy, porque a veces soy una, y otros días soy otra. Pero bueno, como tú bien has dicho, pues sí, activista está bien. Por eso supongo que estoy aquí, porque soy bastante cañera a la hora de reclamar derechos en lo que es la empresa privada, puesto que yo trabajo en el sector privado. Soy algo intensa a la hora de reclamar mejoras y he conseguido movilizar a compañeros; recientemente hemos conseguido una mejora a nivel conciliación en lo que son nuestros horarios. Y bueno, al final pues sí que te da una punzadita de orgullo cuando consigues cositas.

Una palabra con la que conectas, con la que vibras…

Aparte de amante de los animales, de la naturaleza. De los cuidados, que ya que estamos aquí, puedo decir que en estos últimos años he aprendido un poco más a cuidarme y a respetarme. He dejado de cuidar un poco al resto. Que no significa que no cuide, sigo cuidando a los demás porque creo, digamos, que todas tenemos un poquito de ese “gen” incorporado También he aprendido a decir NO, a parar un poco y a empezar a cuidar de mí. Lo que, en gran medida, nos ha llevado hoy aquí a estar hablando precisamente del activismo desde el autocuidado.

Y ¿cómo es la vida de una mujer que decide empezar a ser centro de sí misma?

Pues, mucho más agradable. Yo, a nivel salud, he ganado bastante, ya que he parado y he decidido centrarme en mí. O sea, estoy en el proceso, que no quiere decir que esté todo bien, pero bueno, he ganado mucho en salud, en tranquilidad y en calma.

¿Crees que a nivel social hay mucho estigma todavía en el momento en el que llegan expresiones como “no seas tan egoísta”, “ya no eres la que eras”…?

Creo que sí, pero ya no sé si es a nivel social o es algo que llevamos incorporado también. Y la auto culpa, ¿no? Aunque no te digan nada, ya te lo dices tú sola. Aparece el tema del egoísmo y el “a lo mejor te estás pasando de pensar en ti”. Es algo que, aunque no te lo digan, lo piensas; yo, por lo menos. Y es una lucha bastante intensita.

Es curioso como a nivel social la palabra egoísmo, que es estar con una misma o con uno mismo se ha malversado hacia algo tan culpabilizador como encontrar solo espacio para ti o no pensar en nadie más, ¿no?

Sí, de hecho nos llamamos egoístas, creo que mal llamándonos así, porque al final no creo que sea egoísmo, pero sí que tenemos muchas cargas emocionales adquiridas. Cargas que hacen que nos autodenominemos “egoístas” cuando queremos cuidarnos o cuando queremos mejorar algo lo nuestro. Y yo entiendo que no es ser egoísta querer mejorar lo que está en ti o querer mejorar como tú te sientes, porque eso siempre va a mejorar tu relación con los demás. A lo mejor hay que cambiar algo. Yo estoy en ese trabajo personal, que me está costando mucho.

Pero, esto es una revolución en sí misma, ¿no? ¿Cómo la vincularíamos en el proyecto de la revolución de los cuidados que yo estoy llevando a cabo?

Para mí, por ejemplo, lo que tú haces en revolucionando los cuidados es pedagógico, terapéutico. Es decir, cada video que cuelgas en Instagram o cada texto que tienes en la web me sirve para aprender algo. Y eso me anima a seguir queriendo cuidarme. Y seguir cuidando al resto, pero desde otra perspectiva: dándome prioridad a mí misma.

Qué curioso esto de poder vernos como persona importante en nuestra propia vida para poder llegar a entender que la importancia no está fuera, ¿verdad? Y volver a ese centro.

«Creo que lo importante es poner el foco en una misma, intentar cuidarse y dejar que te cuiden, que también es importante. Y a partir de ahí, ponerse en contacto contigo y fluir.«

«S»
El activismo laboral desde el autocuidado

Foto de Markus Spiske

Qué le dirías a las personas que están empezando a leernos, escucharnos, que tienen estos malestares y que no saben de dónde vienen, que hemos de recalcar que se llaman malestares de género, ¿cómo pueden empezar a ponerse como centro y ser centro para su salud?

Principalmente, centrándose más en ellas mismas o en ellos mismos. Si al final tú te pones en el centro de las cosas, empiezas a darle vueltas, terminas llegando a conclusiones que dices: “Bueno, es que a lo mejor yo tengo estas dolencias, tengo estos malestares o me siento así de mal, porque no me estoy cuidando”.  Y en definitiva, el no cuidarte a ti misma supone que, al final, te tengan que cuidar. Entonces, creo que lo importante es poner el foco en una misma, intentar cuidarse y dejar que te cuiden, que también es importante. Y a partir de ahí, ponerse en contacto contigo y fluir.

Y, en relación al activismo laboral desde el autocuidado, que lo remarcabas al principio de la entrevista, ¿qué es lo que habéis conseguido? ¿Cuáles son las mejoras que nos comentabas?

Hemos conseguido una mejora de horario que llevábamos reclamando muchísimo tiempo. Además, somos un departamento dentro de mi empresa en el que la mayoría somos mujeres. De hecho, teníamos el peor horario de la empresa. Era por “temas de operativa”;  siempre nos han dicho eso. Y ahora, de repente, ha cambiado después de muchos meses de reclamaciones. Y lo hemos conseguido.

Una de las luchas era, precisamente, que si somos todas mujeres y muchas compañeras con reducciones de jornada, si la empresa mejora el horario, las reducciones de jornada conseguirían encajarse de forma distinta, pudiendo cobrar mis compañeras el sueldo íntegro, en vez de tener que reducirse la jornada (y el salario).

Ahora estamos viendo si las compañeras que tienen reducción podrían realmente hacer ese encaje. Pero, al menos, lo pueden valorar, que antes no tenían esa opción. Básicamente, el punto de partida para reclamar esta mejora ha sido que tenemos un departamento con mayoría de mujeres y coincide con que tenemos las peores condiciones de la empresa. Sin embargo, los trabajos son muy parecidos comparándolos con otros departamentos.

Y sabemos que al final, mayoritariamente somos las mujeres las que cogemos la reducción de jornada para los cuidados. Entonces, si estáis declarando que la necesidad de hacer un horario más adecuado puede facilitar que la mujer, en este caso, tenga un sueldo completo… ¡Felicidades por ese maravilloso logro!

¿Una llamada a la acción para las personas que nos están leyendo?

Para, conócete y piensa qué es realmente lo que quieres, y… ¡a por ello!

Gracias, “S”, por esta maravillosa entrevista, estoy segura que las personas que nos lean, valorarán mucho cada palabra que hemos recogido por aquí sobre el activismo laboral desde el autocuidado.

¡Namaste!

 Muy feliz día de frío para todas, todos y todes.