¡Muy buenas a todos, todas, todes! Es un placer teneros por aquí. Hoy tengo el grandísimo honor de estar con Ona Ortiz. Para mí, ella es un referente a la hora de hablar de artivismo (el activismo a través del arte). Su proyecto nace desde la inquietud de su propia necesidad para poner en pro de la ayuda de las personas este modelo de acompañamiento desde el arte y el autoconocimiento. Hablamos del artivismo desde el paradigma de los cuidados.
¿Quién es Ona Ortiz y cuál es su proyecto?
Soy Ona. Vengo de Barcelona. Y soy la creadora del proyecto Gencosmic, que es un juego de palabras que comprende los conceptos de gente, género, genética y genitales, unidos por el cosmos. Y es un proyecto que nace de mi propia necesidad de entender mi corporalidad y las experiencias vividas con el propio cuerpo.
¿Cómo ha sido llegar hasta aquí?
Para mí llegar hasta este proyecto fue un acto de saltar al vacío en mis profundidades, dejar de evitar todo lo escondido y tabú y todos estos temas que en sociedad están prohibidos, que me llevaban a un malestar interno importante y, por ende, a conductas sociales de las cuales he salido viva.
«Como mujeres, podemos entender que, en un sistema patriarcal, la sexualidad, cuando no es hablada, no existe. Es decir, reproducimos violencias de manera sistémica gracias al silencio«
Ona Ortiz
Foto de gencosmic.com
Como mujeres, podemos entender que, en un sistema patriarcal, la sexualidad, cuando no es hablada, no existe. Es decir, reproducimos violencias de manera sistémica gracias al silencio. Y por eso nace este proyecto, que es el primer momento en el que hago mi propia pieza, una reproducción de mis genitales, donde me sostengo entre mis manos y me doy cuenta de la importancia que tiene esa parte de mi cuerpo y la poca conexión que tenía con esta zona. Entonces, para mí Gencosmic fue un salto a la oscuridad y dejar de sentir ese malestar que sentía en cuanto a mi genitalidad.
Me gustaría que nos pudieras explicar cómo acercas el paradigma de los cuidados en el acompañamiento de tus sesiones
Para mí lo más importante es el consentimiento y la información constante. Por eso Gencosmic, lo que hace es creaciones de esculturas y retratos genitales. Estoy en contacto directo con una zona súper íntima en tu propio cuerpo. Y para mí es súper importante el contacto visual constante y la pregunta de “estás bien, estás a gusto”, etc. Te explico primero qué va a suceder, qué vas a sentir y, en el momento de crear tu propia pieza, estamos en ese contacto visual y verbal donde establecemos el consentimiento constante. Porque entendiendo que el consentimiento es que puedo consentir en un primer momento, pero puede ser que a mitad del proceso diga: “no quiero”.
«…lo que a mí me gusta de Gencosmic es recuperar esa mirada de criatura, de volver a ser una personita pequeña que está explorando su propio cuerpo sin ningún tipo de intención, más allá que la de observar«
Ona Ortiz
Foto de gencosmic.com
La importancia de todo esto es cómo yo me dirijo a los genitales sin sexualizarlos. Es un acercamiento a esta zona tan íntima del cuerpo, sin una mirada sexual ni una mirada médica. Entonces, para mí la revolución de los cuidados está en vivir esta experiencia desde una manera diferente de hacer, donde estamos constantemente hablando, pero no estamos ni sexualizando ni medicalizando los genitales.
Explícanos un poco más esto de “no sexualizar la zona”
Considero que desde que somos criaturas vivimos un proceso de conocimiento del propio cuerpo y por ende, también nuestra genitalidad. Cuando somos criaturas y somos vistas por personas adultas, este es un momento que puede generar un impacto.
Entonces, lo que a mí me gusta de Gencosmic es recuperar esa mirada de criatura, de volver a ser una personita pequeña que está explorando su propio cuerpo sin ningún tipo de intención, más allá que la de observar. Otorgarle esta mirada neutra de descubrir cómo son mis labios o cómo es mi glande o cómo es cualquier zona de esta genitalidad, sin darle ningún tipo de connotación más que la observación. Y trayendo esta justicia que siento que necesita esta parte del cuerpo. Es como recuperar esta parte de la infancia para verlo.
Realmente es un acto revolucionario y un activismo en sí mismo, ¿no?
Sí, bueno, es artivismo.
Ona, un consejo para las personas que quieran lanzarse a este taller, pero que tienen ciertas limitaciones, miedos… ¿Cómo pueden contactar y realizar el taller para romper este tabú?
Yo les diría que no tengan miedo de venir a hablarme, que soy una persona humana como todas, y puedo entender todas las facetas, situaciones y procesos emocionales que estamos viviendo. Y, sobre todo la importancia de no darle sexualidad directa a la genitalidad. Vivimos en un mundo hiper sexualizado donde nuestra sexualidad es casi única y exclusivamente genital. Para mí la revolución de este proyecto es la de ponerme frente a mis genitales y descubrir el resto de mi cuerpo. Dentro de este proceso que yo viví, donde me negué a tener sexualidad genital, lo que provocó el descubrimiento de mi cuerpo entero.
En los talleres hay una pregunta bastante común, que es: “¿voy a estar expuesta delante de las otras personas?”. La respuesta es: NO. No estamos abiertas de piernas las unas delante de las otras si no lo queremos así. Al final, es un taller que tiene dinámicas en relación al propio cuerpo, de conexión con una misma.
Ona, ¿vas a venir por Madrid? ¿Cuándo y cómo te podemos contactar?
Me podéis encontrar en la página web. En Instagram, que es @gen.cosmic. Y, sí, nos veremos en Madrid, aunque aún no tenemos fecha concreta.
¿Qué les dirías a las personas que nos han estado escuchando?
Les diría que sentir miedo no es malo. Que cruzar esos límites es lo que nos lleva a la evolución.
