Transformando el paradigma de los cuidados

La palabra paradigma es, etimológicamente hablando, un modelo, un patrón aceptado por una determinada comunidad-sociedad. Es un modo común para hacer o instaurar una serie de hábitos, conductas y creencias. Pues bien, desde Marta Carús y la revolución del paradigma de los cuidados, lo que quiero es hacer una transformación de este propio paradigma. Una revolución conceptual, aptitudinal y actitudinal que nos dé la oportunidad de desvincular este término, los cuidados de la exigencia y el sesgo.

La revolución desde el paradigma de los cuidados

¿En qué consiste principalmente esta revolución? El eje primordial de la misma somos nosotras, las mujeres. Como decía con anterioridad, hemos sido educadas en la obligatoriedad de los propios cuidados. Esto genera una serie de malestares, que desde el feminismo se denominan “malestares del género”. Pero hablaremos de esto en otro podcast.

Pues bien, este sistema basado en esta obligatoriedad de los propios cuidados nos desvincula totalmente de la autonomía de decisión, de crear y construir una corresponsabilidad auténtica de las tareas y una elección propia de a quién decido yo cuidar y a quién no, sin sentir la tan reconocida culpa.

Es una transformación hacia la escucha activa de las propias necesidades, desde la autenticidad personal, desde dejarnos abrir a la vulnerabilidad. Una vez que se llega aquí, el eje cambia, ya que hay un análisis de nuestras propias necesidades, de nuestras propias circunstancias vitales, y desde ahí podemos tomar decisiones alineadas con lo que realmente necesitamos, propiciando una ruptura de los linajes heredados, que nos dan unas líneas de actuación predeterminada en cuanto a cómo ser desde una mirada de crianzas como mujeres.

«Cuando consigo desmitificar el concepto de cuidar, soy yo la que me pongo en el centro y, desde ahí, empieza la auténtica revolución»

Marta Carús
La revolución desde el paradigma de los cuidados

Realmente, es un cambio importante y necesario. Aunque es cierto, que complejo, ya que se reflexiona sobre los conceptos más primarios de cómo nos desarrollamos en todas las áreas del ser y estar en el mundo que habitamos, y de cómo ir deconstruyendo para ir avanzando en esos espacios propios de relación y auto relación.

A mí me gusta hacer hincapié en estos ejemplos que nos ayudan a ver todo más claro, te cuento:

  • Ver no es lo mismo que mirar
  • Oír no es lo mismo que escuchar

De hecho, cuando rompemos el sesgo del “tengo que” por el “elijo”, todo cambia. Realmente es como magia; porque decido desde donde empiezo a cuidarme, desde donde empiezo a escucharme. Y desde ahí, elijo qué es lo que quiero hacer.

Llevo muchos años trabajando y acompañando procesos personales de manera vivencial y facilitando espacios para comprender las emociones y sus propias expresiones, en diferentes ámbitos, profesionales y personales y desde hace un tiempo, me he dado cuenta de que la crisis de los cuidados estaba calando en todas las aéreas del ser.

Si no, todas las crisis que tenemos actualmente no tendrían razón de ser, ¿no crees?

A mi parecer, la precariedad emocional en la que nos envolvemos, en la que cohabitamos, sin darnos cuenta, nos va metiendo en una especie de espiral de malestares que hacen que los mismos se proyecten hacia el exterior.

Te pongo un ejemplo, si tú estás cada día de mal humor, todo lo que hay a tu alrededor te parece nefasto, horrible, y va retroalimentando esa emoción, de tal forma que el trato hacia las demás personas, medio ambiente y animales es un trato desde el enfado.

La revolución desde el paradigma de los cuidados

«En el momento que haces un alto en el camino para ver por qué te sientes así, qué cosas son las que dañan, eres capaz de tomar las riendas del cambio. Pero es necesario ese «parar» para verlo; si no, la propia inercia te dirige. Entonces, ahí, y sólo ahí, es donde empieza la revolución desde el paradigma de los cuidados»

Marta Carús

Ahora la clave es el cómo, desde la autoescucha, puedo empezar a generar cambios que me hagan sentir bien y cómo puedo proyectar mi bienestar hacia afuera. Esto es nutrir el interior para nutrir el exterior.

Es una revolución verse, porque va a alimentar el propio bienestar. Si me sigues en redes, yo hablo mucho de los sistemas de coherencia interna. Cuando una persona decide cuidarse de manera interna, es imposible no cuidar también la manera externa. Es en ese momento cuando da comienzo una revolución social, pedagógica y medioambiental, ya que si yo no me quiero dañar, tampoco quiero dañar mi entorno.

Todos los podcasts que irás viendo en esta serie de episodios están muy relacionados con la forma en que podemos instaurar el sistema de cuidados en todos los ámbitos del ser y en todos los espacios de relación biopsicosocial, analizando desde diferentes profesiones, cómo el cambio de paradigma ya ha empezado a generarse, produciendo lo que me gusta denominar un cambio sistémico. Un cambio desde mí hacia afuera, y desde fuera hacia mí.

Porque los cuidados están en todas partes, y desde ahí, ¡podemos cambiar el mundo!

Gracias por estar ahí, apoyando, escuchando y compartiendo este nuevo enfoque desde el paradigma de los cuidados. Yo soy Marta Carús, y te espero en el próximo capítulo.

Namaste