La soledad puede ser elegida o no elegida. Puede ser deseada. E incluso, también puede ser proyectada. En estas líneas, me gustaría analizar qué significa la soledad. Al menos, para mí. Además, os quiero explicar la relación que existe entre los conceptos de coherencia y soledad. ¿Lo descubrimos juntas?
Tipos de soledad y su relación con el concepto de coherencia
El concepto de soledad hace referencia a un individuo, una persona, que se encuentra en un estado de estar solo o sola. Cuando alguien opta conscientemente por esa situación personal de soledad (y cuando se desea), esa persona está honrando sus espacios personales. Desea estar consigo misma. Honra al proceso de conocimiento propio. Pero ¿qué pasa cuando no es elegida? ¿Qué pasa cuando no es deseada? Y es más, ¿qué pasa cuando es sentida?
La soledad no elegida nos lleva a un estado de no pertenencia al grupo, a una sensación de malestar que, incluso, muchas veces hace que nos sintamos vulneradas en el propio sistema social. Esto, actúa como una referencia acerca de cómo Yo como persona, voy a estar y crear unas interacciones, relaciones, personales y sociales, que vayan en pro de no sentirme solo o sola, o en pro de sentirme acompañada. Según dónde ponga el foco de ese pensamiento, podré generar relaciones sanas o, por el contrario, generar relaciones que no me favorezcan. Pero ¿qué ocurre cuando la soledad es sentida? ¿Qué pasa cuando estoy rodeada de personas y, aun así, yo me siento sola? ¿Adónde tengo que acudir, qué podría hacer, cómo lo podría solucionar?
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Todas estas son cuestiones que tienen que ver con el estado emocional de la persona. Es muy importante que tomes consciencia de en qué momento vital estás. Que conectes de forma sincera con el: qué es lo que sientes, cómo te percibes y, desde ahí, puedas buscar soluciones que te ayuden a estar en coherencia contigo. El estado de coherencia está vinculado a cómo piensas, cómo sientes y cómo actúas. Y eso, genera una tranquilidad una clama personal que se traslada a nivel social y, por ende, a cómo empiezas a generar nuevas relaciones. Muchas veces, el estar buscando siempre un espacio de pertenencia obvia el anhelo de un estado de coherencia contigo misma.
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Yo te invito, mediante estas líneas, a que observes cuál es el tipo de soledad en la que tú te incluirías. O, si te sientes así, que puedas respirarte, para que desde aquí, desde esa percepción y propiocepción, tengas un punto de partida desde el que poder trabajar para ti, contigo, con esa coherencia personal.
Si te apetece compartir, ya sabes que estoy por aquí… ¡me encantará leerte!