Esta celebración, ¡va por vosotras!

Este post es un homenaje a todas las mujeres que han estado, están y llegarán a los noticiarios por ser referentes de cambio e hitos de la historia. Hoy hablamos de campos de fútbol, mañana…

Estas letras son para homenajear a la valentía, la lucha y la perseverancia de todas y cada una de ellas, que han estado ahí, bajo la lluvia, luchando, esquivando insultos, usando camisetas con nombres de hombres para poder tener equipaciones y un largo etcétera que jamás sabremos.

Mujeres que se han roto en pedazos cuando ya no las dejaban jugar porque no había equipos femeninos.

Esta celebración va por vosotras.

Gracias a todas las ganadoras de este mundial de fútbol femenino; habéis hecho historia. Una historia limpia, con jugadas de sororidad que marcan la diferencia.

Porque el deporte no tiene género.

Hoy toca callar a todos aquellos que dijeron que no era un deporte para nosotras, “las niñas”. A todos los que han soltado ese insulto inapropiado cuando estabais en “sus” campos”. A todos y cada uno de ELLOS, que se creen más por el mero hecho de haber nacido hombres.

Hoy se marca un punto y aparte en la historia. “Un punto en boca, como decía mi abuela.

Sé que hay pseudonoticias que quieren enturbiar esta maravillosa celebración, pero yo no hablaré de ello, porque no quiero dejar de reivindicar la importancia de que ELLAS han hecho historia.

Hablaré en otro momento de estos alardes de protagonismo patriarcal, pero hoy no es el día.

Los DEPORTES FEMENINOS han demostrado estar llenos de campeonas, mujeres valientes que hoy se vuelven referentes para muchas niñas/os y niñes.

La pasión por el deporte sin un referente femenino

Me gustaría dedicar unas líneas a hablar de crecer sin referentes deportivos femeninos.

Cuando somos niñas, niños, niñes en pleno desarrollo buscamos a alguna persona de referencia a la que parecernos, y cuando no existe, buscamos lo que más se asemeje a nuestro ideal. El problema surge cuando este ideal no se ve nutrido nada más que por una manera de comportarse y estar frente al deporte, en mi caso eran referentes masculinos de los años 80/90 que, como sabréis, de feministas tenían poquito.

Celebración y reivindicación del deporte femenino

«Cuando yo era una preadolescente, me encantaban los deportes, pero siempre escuchaba estas distinciones de “esto no es para las chicas”, “si sigues por ahí, te van a confundir con un marimacho”, … Y, poco a poco, iba soltando deportes que me apasionaban. No pude encontrar una mujer referente que pudiera darme ese aliento que tanto anhelaba»

Foto de Jason Charters

Me fascinaba nadar y competir, pero competía sin odio, ayudaba a las compas que se quedaban más atrás,  y claro,  esto no era bueno. Los referentes enfocados en la competitividad no iban conmigo. Me gustaba ganar, claro que me gustaba, pero desde el disfrute y el buen rollo y desde algo que pudiera celebrar con todas la compas, si no, ¿qué sentido tenía estar entrenando con ellas y compartiendo?

No es nada sencillo. Todas las dificultades, las rupturas que se han de provocar, la reivindicación por los derechos a poder jugar, son tan grandes, que muchas veces se desiste por cansancio absoluto.

Hoy podemos hablar de competición limpia, de compañeras, de equipos que apoyan, de afición que lucha por una verdad, de qué es la limpieza (pureza?) deportiva, la sororidad y la competitividad bien entendida.

¡Gracias a todas las que lo hacéis posible!

Hoy sabemos que hemos de ser el aliento de todas a la vez.

Yo, la verdad, sólo siento un profundo orgullo por mis iguales, mis compañeras, que han provocado este cambio a la hora de hablar de deporte femenino (sea cual sea el ámbito y categoría). Porque ya no sólo en el fútbol, sino en todas las disciplinas, ELLAS, vosotras, nosotras, nos estamos haciendo oír y ver. Y estamos provocando esas reacciones contra las que un día lucharon nuestras abuelas, nuestras tías, hermanas, que tenían que disfrazarse para poder “jugar” a esa pasión que les corría por las venas: un deporte en su pureza.

Hoy se han roto herencias de limitación para todos y todas las que un día nos dijeron: esto no es para las niñas.

La lucha sigue. Ahora, con cimas alcanzadas.